¿Cómo se consigue esto?.
Con la práctica permanente se logra enriquecer el espíritu, alimentándolo con melodías, armonía y ritmo. El espíritu es el verdadero motor que genera energía positiva capaz de movilizar el cuerpo.
Esa es al razón por la cual los alumnos llegan a un grado de desarrollo físico y mental que les permite bailar con alegrái, bloqueando cualquier dolor o preocupación anterior a la práctica y desconectándolos, al menos con unas horas de placer, de todo sufrimiento terrenal.
¿Es posible memorizar la gran cantidad de coreografías que nos presentan?
Sí, es posible con la ayuda del profesor, que en las clases les canta las figuras a modo de ayuda memoria y que luego los deja desarrollar en las reuniones de amigos llamadas Peñas donde además de divertirse ponen en práctica sus conocimientos. Es decir: la Peña es la continuación de bailar en la clase pero a eso se le suma el hecho de poder invitar a toda su familia y amigos a participar de la reunión.
Demás está decir la admiración que despierta en los espectadores el despliegue de tanta energía positiva que los lleva a bailar durante cuatro o cinco horas en un ambiente de compañerismo, cordialidad y de auténtica felicidad..
Nuestro folklore es muy rico y en c uento a danzas se refiere contamos con muchas que son tradicionales y muchísimas de proyección.
Se consideran danzas folklóricas argentinas a las de autores anónimos. Y originales o de proyección a las de autores conocidos, qu egracias a Dios existen y mantienen vivio el interés y entusiasmo de los bailarines.
Todas las danzas sufren un proceso de asimilación por lo tanto es muy difícil poder decir hoy cuantas quedaron grabadas en la memoria colectiva del pueblo.
Los profesores tenemos al obligación, sin egoísmo y con generosidad de dar la oportunidad y el espacio necesario a los autores para mostrar sus danzas y luego transmitidas a los alumnos u otros profesores, como es mi caso. Vivimos en una época de grandes innovadores a los que debemos reconocer, respetar y nunca coartar su creación. No nos olvidemos que una danza que en una época fue mal vista o prohibida como el Palito, por nombrar una, ya no lo es.
Y para terminar digo: ¡Que hermoso es ver bailar nuestras danzas folklóricas! ¡Cómo emociona el Pericón Nacional! ¡Con qué fervor se grita Viva la Patria!.
¿No será esto lo que nos esta faltando a los argentinos, para motivarnos y poder resurgir en un nuevo país hermanados, enarbolando nuestra bandera Azul y Blanca.
Angel Ferri
